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Colombia trabajará una hora menos este año: ¿cómo será la reducción de jornada laboral?

Por Joselin Cuartas
15 de marzo de 2023 | Publicado en Forbes Colombia.

Con la entrada en vigencia de una nueva ley, la semana de trabajo se reducirá de 48 a 42 horas en Colombia. ¿Qué implicaciones tendrá la medida? ¿Qué cambios traerá para los trabajadores? Le contamos los detalles.

¿Cuántas horas trabaja una persona en Colombia? La norma establece una jornada laboral máxima de 48 horas semanales, más de lo que se trabaja en otras regiones del mundo. Ahora, la Ley 2101 de 2021 pretende que sean 42 horas a la semana.

Diana Gómez, directora de Especializaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, explica que el país ha evolucionado porque paulatinamente se ha reducido el día de trabajo hasta las 8 horas.

Para el viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, Edwin Palma, “las normas necesitan actualizarse a las realidades económicas y sociales de nuestro país para darle mejor calidad de vida a las personas que trabajan y mejorar la productividad de manera sustancial. Debemos dar un salto en generación de valor agregado y eso no se hace con arduas jornadas de trabajo sino con conocimiento, tecnología y educación”, apunta.

La Organización Internacional del Trabajo sugiere una jornada de 40 horas semanales; mediante la Ley 2101 de 2021 se busca que Colombia esté más cerca de ese límite. La norma prevé una transición: en 2023 se reducirá solo una hora a partir de junio; para el 2026, se alcanzará el límite de 42 horas semanales.

Además, la medida implica el acuerdo entre empleador y empleado y de ninguna manera la disminución del tiempo de trabajo afectará los derechos de los trabajadores. “La disminución de la jornada de trabajo no implica la reducción de la remuneración salarial ni prestacional, ni el valor de la hora ordinaria de trabajo, ni exonera de obligaciones en favor de los trabajadores”, dice la ley.

LOS CONTRASTES

Gómez, de La Sabana, es crítica porque cree que se pudo aplazar la medida, pues todavía hay incertidumbre sobre la recuperación de las empresas.

Atada a la literalidad de la definición de ‘necesario’, como algo que no se puede aplazar para el funcionamiento de algo, la experta sostiene que en estricto sentido no es necesaria la reducción de la jornada laboral en Colombia, pese a tener una de las más extensas en la región. Por la situación económica de las empresas tras la pandemia, dice, la reducción pudo retardarse unos años más.

En medio de la discusión de la norma, emitió un análisis sobre las implicaciones que podría tener la medida en la generación de empleo y la productividad de las empresas. Entonces aseguró que estrategias similares demostraron no tener un impacto positivo sobre el empleo.

“Se encarecerá el empleo, se afectará la competitividad. El trabajador se necesitará para que cumpla sus horas de labor tradicionales, que acarreará pago de horas extras, las que antes no se debían reconocer porque estaban dentro de la jornada ordinaria de trabajo”, acotó en su momento.

Lina María Ospina, abogada del área de Derecho Laboral de Pinilla, González & Prieto Abogados, califica positivamente la reducción de jornada y subraya que genera incentivos para los empleados, como salario emocional, debido a que promueve el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Recalca que el bienestar de los equipos se refleja en un ambiente saludable de trabajo, mayor fidelización del talento, incremento de la productividad y la disminución del ausentismo en las organizaciones y eso impacta positivamente los resultados.

PRODUCTIVIDAD EN JUEGO

Con la reducción de la jornada, los equipos deben cumplir con sus funciones en un tiempo acortado. Así, lo que entra en juego es el concepto de productividad. “Creo que nos quedamos con el paradigma de que más horas de trabajo es sinónimo de mayor productividad, y si examinamos con otros países que cuentan con jornadas laborales menores encontramos que ellos están aportando mayor producción a su PIB”, apunta la experta.

Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge descartó la fórmula ‘Menos horas de trabajo = Menos productividad’. El programa piloto puso a prueba el modelo de semana de cuatro días de trabajo en más de 60 empresas del Reino Unido durante seis meses: las participantes registraron un aumento medio del 1,4% en sus ingresos.

Además, el ejercicio tuvo un efecto favorable en la disminución del absentismo y de la renuncia de personal. Ocho de cada 10 empleados en dichas organizaciones afirmó que se había aliviado su burn out.

“Los trabajadores además de identificar e intervenir su propia gestión de tiempo deberán estudiar la ejecución de sus diferentes actividades para hacerse más eficientes”, dice Ospina.

El viceministro Palma resalta que el Ministerio de Trabajo jugará un papel crucial, monitoreando el impacto de la medida. También se apoyará el desarrollo de estrategias enfocadas en la mejora de las capacidades de los trabajadores a través de la formación.

“La reducción de jornada no genera impactos negativos en la productividad, sino que reconoce que la productividad de nuestras empresas y del país en general avanza positivamente en un proceso de maduración, que de todas maneras buscamos acelerar”, insiste.

LAS IMPLICACIONES

“Nuestros inspectores e inspectoras tienen a su cargo verificar que los empleadores respeten las normas y principios que protegen los derechos de los trabajadores y trabajadoras y que en el caso de la disminución de la jornada no se reduzcan salarios ni prestaciones”, explica Palma.

Puesto que la norma impide la disminución de los salarios y prestaciones económicas de los trabajadores, las compañías esperan que no se baje la guardia y se mantenga el mismo ritmo de operación, sin tener que incurrir en gastos adicionales, en épocas de desaceleración económica.

“El empleador deberá pagar lo mismo por menos horas de trabajo; pero dependiendo de las tareas o funciones encargadas, el tiempo alcanzará para que el empleado ejecute sus deberes. Si no es así, deberá el empleador pagar horas extras, o contratar a otra persona para suplir lo faltante”, añade Gómez.

Y, además, recalca que en este proceso será fundamental el compromiso, motivación, disciplina, organización, responsabilidad y sentido de pertenencia de los equipos de trabajo, al tiempo que las empresas garantizan el cumplimiento de la norma, su confianza y acompañamiento a los trabajadores. De ello depende el éxito del modelo.

Ospina asegura que ese será uno de los principales desafíos y que las organizaciones deben brindar las herramientas necesarias para que los empleados puedan ejercer sus funciones de forma autónoma y eficiente.

Nota: ¿Es posible considerar aún menos horas de trabajo? Al momento de la elaboración de este artículo, no se conocía el borrador final de la reforma laboral y el viceministro Edwin Palma aseguró que no había un concepto final, pero que “seguramente en la mesa de diálogo entre empresarios y organizaciones laborales instalada para la reforma laboral, la jornada de trabajo será un tema de discusión”.

Tras hacerse público un primer borrador de la reforma laboral, se pudo confirmar que la propuesta contempla una reducción de la jornada laboral, en los términos que estableció la ley, con la diferencia de que no se tiene un enfoque gradual, sino inmediato.

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